Cuando
el frío pega fuerte en altas latitudes del planeta, las personas que tienen las
posibilidades económicas salen de vacaciones a playas tropicales, en búsqueda
de calor, tranquilidad y porque no de diversión. Pero el ser humano no es el
único que tiene este comportamiento. Como otras tantas especies de animales e
insectos, la Mariposa Monarca,
vuelan cientos de kilómetros para escapar al crudo invierno para instalarse en un
paraíso montañoso en México.
Los
Santuarios de la Mariposa Monarca están localizados en la parte este del estado
de Michoacán y parte del oeste del Estado de México en la zona central de México.
La reserva fue creada para proteger el entorno natural y hábitat de la mariposa
monarca teniendo una superficie total de 56.000 hectáreas. Fue declarada
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2008.
La
Monarca, siendo tan frágil, realiza un fantástico recorrido de entre 2,000 y
4,500 kilómetros de ida, y otros tantos de vuelta, de los bosques de Canadá y
EEUU a México.

Es así
como las mariposas monarca han hecho de México su segunda casa, porque se
alimentan de unas hierbecillas conocidas en la región como venenillo y
algodoncillo que, de no consumirlas, ocasionarían un desequilibrio ecológico en
los bosques de pinos.
Las mariposas monarca son insectos que pertenecen a la orden de los
lepidópteros, de gran belleza y colorido, son de vital importancia en el ciclo
de la vida como agente polinizador y factor de equilibrio ecológico en los
bosques que habitan. Se distinguen de sus congéneres por su longevidad;
mientras otras mariposas viven tiene un ciclo vital de 24 días, las Monarca puede vivir hasta 9 meses.
Sus alas presentan un patrón de color naranja y negro fácilmente reconocibles,
con un tamaño de 8 a 12 cm.