lunes, 1 de mayo de 2023

El origen de los Raramuris...


Cuentan que hace muchos años, el Sol y la Luna eran dos niños que vivían en una choza, sin luz ni compañía. El Sol creó a la humanidad a partie del maíz, formó una figura de hombre y le sopló tres veces para darle vida. Más tarde moldeó a la mujer a quien le dio cuatro soplidos, pues necesitaría más fuerza para parir a sus hijos. Al enterarse de esto, el señor de la Oscuridad, molesto y envidioso, modeló una figura de ceniza a la que le dio un soplo para vivir y así nació el hombre blanco o chabochi. Fue así como fueron creados los rarámuri y los chabochi. Así lo cuentan los rarámuri.

viernes, 30 de abril de 2021

El Rincón, un nacimiento inesperado. Segunda entrega

 




Al paso entre las piedras y el agua corriendo y golpeteando entre ellas, el dolor sorprendió a Mere antes de llegar al Rincón, Alberto preocupado y apresurado trató de auxiliarla, pero así entre las piedras y el agua que corría, Mere dejó caer de entre sus piernas a la pequeña que llevó tantas semanas en su vientre.

 

Apenas un costal y un par de trapos sirvieron para arroparla y amortiguarla un poco, y Alberto en su desesperación en sus brazos llevó a sus dos mujeres lo más rápido que pudo a su pequeño hogar. Ahí estaban sus dos pequeños, que con asombro recibieron a su madre recién parida y completamente pálida, su padre también palidecía de preocupación quizá, de saber que allá en aquel rancho olvidado de los hombres llegaba a su vida un nuevo ser.

 

Qué linda criatura, nacida entre el agua y las piedras, con la piel rosada, con ojos borrados que asoman apenas el color de la miel y el musgo, ¡Qué llanto tan fuerte!, ¡Qué apetito tiene! ahora se sabe porque la prisa por nacer, si se moría de hambre la condenada. No fue difícil elegirle nombre, entre la fe y las costumbres, el nombre de una mujer presuntamente santa, es el que llevamos muchas, Guadalupe, así se llamará la pequeña inoportuna.

 

La vida en el rincón, es una vida sencilla, Mere se levanta todos los días antes de que salga el sol y empieza a preparar desayuno para Alberto y sus hijos, una vez listo, lo envuelve en una servilleta de cuadrille bordada finamente por sus propias y expertas manos, adornada alrededor con un tejido de ganchillo, ahí coloca un par de gordas de maíz, un buen pedazo de cuajada;  de la leche de sus propias vacas, con sabor a leche bronca que deja escurrir un poco el suero entre las tortillas calientitas, acomoda un pedazo de carne de venado y un chilito con tomatillos que adereza la carne. Todo perfectamente envuelto va a manos de Alberto que está listo para salir en su caballo a trabajar la tierra.

 

Lina y Lorenzo tienen ya 10 y 5 años, ya le ayudan a Mere a alimentar a su par de vaquitas y a los marranos, las gallinas corren detrás de Lorenzo y el después las corretea parece que juegan a los encantados entre él y las gallinas. Lina más seria ya asume su papel de hermana mayor y ayuda a Mere en todo, ya sus manitas delgadas tienen la fuerza suficiente para ordeñar las vacas y llenar los trastes con leche fresca y espumosa; ya sabe encender la estufa de leña y poner a hervir un poco de leche para el uso de la familia y el resto lo prepara para cuajadas, queso y jocoque.

 

Ya entrada la mañana, cuando el sol está calientito con agua tibia Mere le da un baño a Lupita: como se parece a Alberto, tiene ojos color de miel con destellos verdes y la piel apiñonada como la de su padre, entre sonrisas y balbuceos, con los cariños de su mamá y sus hermanos se baña todos los días ya su cabello empieza a crecer y ponerse un poquito rizado apenas quebrado como las ondas del riachuelo.

sábado, 3 de abril de 2021

El Rincón, primera entrega



En el pasado ya les he contado sobre Otaez, Durango., lugar en el que nació mi mamá y que hoy en día sigue siendo un sitio donde poco a ultrajado la tecnología. 

Bueno, mi abuelita Mere, la mamá de mi mamá vivía en un ranchito que se llamaba el rincón, este rancho es "cercano" a la pequeña ciudad de Otaez y lo pongo entre comillas, porque para acceder al Rincón es necesario aún tomar algunas brechas en las que solo se puede llegar caminando o a caballo.

El Rincón, tiene dos casitas, una que era de mis abuelos y la otra de una tía abuela y su esposo; no había mucha diferencia de edad entre las dos hermanas y así es o era la vida en los pueblos, ambas empezaron su vida de pareja muy jóvenes. En este ranchito ahora mismo en 2021 no hay electricidad, la vida sigue siendo exactamente igual que cuando mi abuela era una joven madre por allá en el año 1950. 

Me gustaba mucho escucharla platicar sobre como era vivir en ese sitio, todo lo que hacían; decía mi abuelita que mi abuelo sabía cazar con honda (La honda es una de las armas más antiguas de la humanidad. Consiste básicamente en dos cuerdas o correas en cuyos extremos se sujeta un receptáculo flexible desde el que se dispara un proyectil.) En ocasiones cazaba jabalíes o venados, tenían tierras en las que cultivaban los granos necesarios para vivir y para comercializar cuando podían ir a Otaez; tenían algunas vacas que les daban leche, con la que hacían mantequilla, jocoque, crema y queso; además de las gallinas de rigor para tener huevos y un buen caldo de gallina cuando era posible. 




Contaba mi abuelita Mere, que las casitas estaban muy cerca a un arroyo, del que emanaba agua muy limpia y cristalina; decía que era agua de manatial, sumamente pura y fresca, que podía beberse sin ningún temor y que ahí lavaban la ropa mientras el agua corría; por cierto, con el jabón que ellas mismas fabricaban con huesos, cebos, lejía y otros menjurges; recuerdo a mi abuela, a mi tía y a todas las mujeres de la familia con la cara muy limpia y el cabello largo y sedoso, gracias a toda una vida utilizando sus propios productos.

Había en todas ellas un gesto de seriedad y timidez, pero también una belleza innegable, todas ellas tenían el rostro adornado con facciones finas y delicadas, enormes ojos verde brillante y dientes aperlados y perfectos, que solamente dejaban asomar tímidamente entre pequeñas sonrisas; era muy linda mi abuela...



viernes, 30 de octubre de 2020

Altar u Ofrenda de día de Muertos



En mi querido Durango como en todo México es tradición el altar del día de muertos, pero a mi parecer en los estados del centro y del sur de nuestro país la costumbre es un poco más vistosa, quizá porque en este lado de México hay menos influencia de los estados unidos y un poco más de las culturas indígenas. 

Confieso que para mi la ofrenda comenzó a ser importante cuando mi hija tenía unos 3 años, ya que en el Cendi al que iba trataban de fomentar esa costumbre y mi hija se volvió una impulsora de "CELEBRAR EL DÍA DE MERTOS" como ella decía. 

En aquel momento de su vida, preguntó a quién podía ella ponerle un altar y de momento la única persona fallecida y que fuera familiar cercano era su abuelo paterno, el abuelo tenía gustos tan simples, como su lata de atún con mayonesa, los plátanos, las gomitas de dulce, la coca cola y su buen mezcal.

Por ahí debo tener las fotos donde mi pequeña hija posaba junto a la pequeña ofrenda que ponía para su abuelito, ella sonriendo orgullosa junto a la foto del abuelo que jamás conoció, pero del que heredó los enormes ojos, sus finas facciones y las cejas pobladas. Algunos años después empezó a crecer el altar sumando la foto de mi querido Papá; también era un hombre de gustos simples, su cocota, un pedazo de queso, los jamoncillos de dulce y de plato fuerte unos huevitos rancheros.

Pero el orígen es mucho más complejo de explicar, nuestros antepasados del México prehispánico tenían varias creencias sobre la muerte, no existía la idea del cielo y el infierno, sino más bien la persona que moría trascendía a otra vida, pasando por pruebas y el destino podía variar dependiendo de la vida que esa persona llevó y de la manera en murió; por ejemplo las almas de los que morían en circunstancias relacionadas con el agua se dirigían al Tlalocan, o paraíso de Tláloc; los muertos en combate, los cautivos sacrificados y las mujeres muertas durante al parto llegaban al Omeyocan, paraíso del Sol, presidido por Huitzilopochtli, el dios de la guerra. El Mictlán estaba destinado a los que morían de muerte natural. Los niños muertos tenían un lugar especial llamado Chichihuacuauhco, donde se encontraba un árbol de cuyas ramas goteaba leche para que se alimentaran.


Los entierros prehispánicos eran acompañados por dos tipos de objetos: los que en vida habían sido utilizados por el muerto, y los que podía necesitar en su tránsito al inframundo.

En la visión prehispánica, el acto de morir era el comienzo de un viaje hacia el Mictlán, el reino de los muertos descarnados o inframundo. Este viaje duraba cuatro días. Al llegar a su destino, el viajero ofrecía obsequios a los señores del Mictlán: Mictlantecuhtli (señor de los muertos) y su compañera Mictecacíhuatl (señora de los moradores del recinto de los muertos). Estos lo enviaban a una de nueve regiones, donde el muerto permanecía un periodo de prueba de cuatro años antes de continuar su vida en el Mictlán y llegar así al último piso, que era el lugar de su eterno reposo, denominado “obsidiana de los muertos”.


A la llegada de los españoles y en su afán por evangelizar, tuvieron que ceder ante algunas costumbres y "reformarlas" añadiendo detalles como los rezos y las procesiones que evocaban al catolicismo.

Elementos en el altar u ofrenda del día de muertos

  • Copal e incienso. El copal es un elemento prehispánico que limpia y purifica las energías de un lugar y las de quien lo utiliza; el incienso santifica el ambiente.
  • Arco. El arco se coloca en la cúspide del altar y simboliza la entrada al mundo de los muertos. Se le adorna con limonarias y flor de cempasúchil.
  • Papel picado. Es considerado como una representación de la alegría festiva del Día de Muertos y del viento.
  • Velas, veladoras y cirios. Todos estos elementos se consideran como una luz que guía en este mundo. Son, por tradición, de color morado y blanco, ya que significan duelo y pureza, respectivamente. Los cirios pueden ser colocados según los puntos cardinales, y las veladoras se extienden a modo de sendero para llegar al altar.
  • Agua. El agua tiene gran importancia ya que, entre otros significados, refleja la pureza del alma, el cielo continuo de la regeneración de la vida y de las siembras; además, un vaso de agua sirve para que el espíritu mitigue su sed después del viaje desde el mundo de los muertos. También se puede colocar junto a ella un jabón, una toalla y un espejo para el aseo de los muertos
  • Flores. Son el ornato usual en los altares y en el sepulcro. La flor de cempasúchil es la flor que, por su aroma, sirve de guía a los espíritus en este mundo.
  • Calaveras. Las calaveras son distribuidas en todo el altar y pueden ser de azúcar, barro o yeso, con adornos de colores; se les considera una alusión a la muerte y recuerdan que esta siempre se encuentra presente.
  • Comida. El alimento tradicional o el que era del agrado de los fallecidos se pone para que el alma visitada lo disfrute.
  • Pan. El pan es una representación de la eucaristía, y fue agregado por los evangelizadores españoles. Puede ser en forma de muertito d e Pátzcuaro o de domo redondo, adornado con formas de huesos en alusión a la cruz, espolvoreado con azúcar y hecho con anís.
  • Bebidas alcohólicas. Son bebidas del gusto del difunto denominados “trago” Generalmente son “caballitos” de tequila, pulque o mezcal.
  • Objetos personales. Se colocan igualmente artículos pertenecientes en vida a los difuntos, con la finalidad de que el espíritu pueda recordar los momentos de su vida. En caso de los niños, se emplean sus juguetes preferidos.


Ponemos un altar para celebrar la vida y la muerte, es un momento en el que nuestros seres queridos "regresan" con nosotros, comparten, huelen y saborean lo que les hemos ofrecido, pero lo más importante es que siguen en nuestro recuerdo, esta costumbre vuelve un momento de acercamiento con esas personas que ya no están en este mundo y bueno un día, el menos esperado, estaremos del otro lado...


Ross

viernes, 11 de septiembre de 2020

El inicio del Mundo como lo conocemos...


La visión del mundo otomí se basa en la palabra, ésta es el eje rector de su vida porque transmite ideas y símbolos, representa mitos y creencias que dan cuenta de la realidad del mundo.
Para los otomíes el universo se representa a través de tres partes. En orden de importancia, primero es el cosmos, luego la Tierra y, por último, el humano.  En el cosmos se aborda la visión del universo que refieren a las ideas del dios, el fuego, la vitalidad y la reciprocidad; la segunda visión abarca todo lo relacionado con la tierra y, por ende, con las palabras piel, tierra, montaña, maíz y nacer, entre otras; en la tercera y última se desarrolla un entramado con los conceptos de la vida, el pensar, el cuerpo humano, la vitalidad y la fuerza. Entre todos ellos existe una fuerte vinculación de ideas y conceptos.
Después del universo, para el otomí casi todo parte de la Tierra. La Tierra es el espacio del existir y el habitar, la casa, el hogar; es en cierta medida el nivel más importante de su cosmovisión, de la vida misma. Sus historias y sus mitos giran en torno a la presencia de montañas especiales y uno o varios árboles sagrados que se encuentran en el centro.
El humano a diferencia de como hoy lo concebimos ocupa una posición menos importante ante el universo y la Tierra. El sentido de la vida es experimentar la existencia, no pensarla. Es por ello, que el humano desde una visión otomí se identifica con la tierra, su animal compañero o el maíz y la montaña, sintiéndose integrado con estos elementos. Esta es la causa de por qué el otomí pregona la sanación como uno de los deberes del humano ante el universo, la tierra, la comunidad, la familia extensa, y el individuo; para dar oportunidad al otomí de aprender a cada paso de la existencia y se puede decir, que este es el principal sentido de existir para el otomí.

miércoles, 3 de junio de 2020

TEPACHE


Tepache de Piña - YouTube

Mi primer acercamiento a esta bebida fue cuando era adolescente y andaba sonando una canción que se llama LA CHICA FRESA 

¿Qué es lo que quiere la nena?
¿qué va a pedir la princesa?
¿qué se le antoja a la reina?
¿qué quiere la niña fresa?

¿¿UN TEPACHITO??
NIÑA FRESA: ¿Tepache yo? ¿Qué te pasa?

En Durango, practicamente no se le conoce, no es una bebida tradicional de por allá y a decir verdad nunca he visto que lo vendan por aquel rumbo; fue hasta que llegué a Guerrero que por primera vez encontré los barriles de tepache y que pude por fin deleitarme con esta bebida que malamente despreciada por la chica fresa, es deliciosa y refrescante.

La palabra TEPACHE proviene de la palabra Náhuatl "TEPIATLI" que significa bebida hecha con maíz; sin embargo el tepache que yo conozco y que se utiliza más actualmente es a base de piña, la elaboración es bastante sencilla, para eso son necesarios los siguientes ingredientes:

- Las cáscaras de una piña completa con algo de pulpa

- 3 litros de agua 

- 1/2 kilo de piloncillo en trocitos

- 3 clavos de olor

- 1 ramita de canela.


Tepache tradicional mexicano | paso a paso | - YouTube

Preparar esta deliciosa bebida es muy fácil pero requiere paciencia por el tiempo que fermentación; primero hay que poner a hervir el agua con el piloncillo, canela y clavos, cuando ya esté bien disuelto todo hay que dejar enfriar el agua.

Una vez que está a temperatura ambiente hay que colocarle las cáscaras y pulpa de piña, taparla pero que no quede completamente sellada, que tenga respiración y colocarla en un lugar donde esté a temperatura ambiente, ni muy muy ni tan tan, 

tepache- La deliciosa piña fermentada bebida - El cultivadas de Foodie

Dos a tres días tiene que reposar, ya que esté fermentado se le verá una natita blanca, hay que colarlo para que quede únicamente el liquido sin residuos de fruta o especias; ojo si se lo dejamos muchos días fermentando se va a convertir en vinagre y no sabrá rico.

Una vez colado hay que ponerlo en un recipiente limpio y echarle hielo de a madres para que esté bien frío el tepachito.

El sabor es dulce, a piña, pero con un fermentado suave afrutado y agradable; ideal para los días de calor y para dejar en el paladar un buen sabor y en el cuerpo una ligera sensación de relajamiento por los grados de alcohol que alcanza esta bebida 1 a 2 grados apenas.

La chica fresa definitivamente no sabe de lo que se pierde al despreciar este manjar.

Conoce los beneficios del tepache | Periódico AM | Noticias de ...

¡Salud! su amiga Ross.

lunes, 6 de abril de 2020

La Mujer de Benjamín

Amazon.com: La Mujer De Benjamin: Eduardo Palomo, Arcelia Ramirez ...

Hace varios años vi esta película y me recuerda un poco a los pueblos cercanos a mi rancho, un lugar en el que los días se viven de manera distinta, de manera tranquila y algo monótona; incluso me recuerda un poco a mi abuelito y su grupo de amigos.

La mujer de Benjamín, ver en linea en Filminlatino

Todavía allá por Durango se deja ver los grupos de señores ya algo cascabeleados, que se ponen todos los días a ver pasar a las personas y aunque no siempre chulean a las muchachas, al menos las miran.

Así fue como Benjamín (Eduardo López) y su grupo de amigos empezaron a notar la presencia de Natividad (Arcelia Ramírez), quien pasaba delante de ellos y dirigía miradas gentiles y hasta coquetonas a Benjamín; Benjamín es un hombre tímido con alguna clase de retraso mental que provoca en el una dependencia total de su hermana Micaela, quien lo atiende al grado incluso de bañarlo a pesar de que el es ya un hombre que anda rondando ya los cincuenta a sesenta años. 

El grupo de amigos de Benjamín aunque ya todos están rucos, se comportan como chamacos y tienen técnicas de ligue propias de chiquillos también; primero intentan enamorar a Natividad por medio de cartitas de amor que finalmente fallan; ante ello convencen a Benjamín de raptar a la chica.

Entre todos se las arreglan para raptar a la chica y a Micaela la hermana de Benjamín no le queda más remedio que aceptar ahí a la joven con la extorsión que le aplica su hermano.

Obviamente Natividad no quiere ni siente nada por Benjamín, pero esta es la oportunidad que ella necesitaba para zafarse del control de su mamá; en este escenario aparece el papucho de Leandro, (Eduardo Palomo, qepd), que es un transportista que seduce a Natividad (y a cualquiera) y ella en su ánimo de libertad termina robando a su cuñada y a su marido Benjamín y huyendo finalmente del pueblo.

La mujer de Benjamín (русские субтитры) - YouTube

Por ahí hay algunas escenas de cuando Benjamín y Micaela van a Misa y cada uno ve o se deleita con quien desea; Benjamín viendo las torneadas piernas de Natividad y Micaela extasiada recibiendo la ostia del señor cura a quien dedica todo su amor en el diario que Benjamín lee y con el que la obliga a ceder a sus deseos de su hermano que es tonto, tonto pero no tanto.

LaMujerDeBenjamin Instagram posts - Gramho.com

Una buena película, actuaciones naturales y maravillosas especialmente la de Eduardo López (Benjamín), locaciones ideales para la historia. la he visto quizá unas tres veces y la quisiera volver a ver. 


Título original
La mujer de Benjamín
Año
Duración
90 min.
País
México México
Dirección
Guion
Carlos Carrera, Ignacio Ortiz
Música
José Amozurrutia, Alejandro Giacomán
Fotografía
Xavier Pérez Grobet
Reparto


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Deseo que todos estén bien...