En ocasiones nos parece ofensivo que se muestra a nuestro país como un lugar donde la civilización se niega a incorporarse, nos molesta que se visualice a los mexicanos como sombrerudos y a las mujeres como trenzudas y en chanclas; sin embargo renegar de lo que fuimos es vano, cuando tenemos una cultura rica en tradiciones, costumbres y sitios cercanos al mismo paraíso.
Hoy quiero contarles sobre una pequeña ciudad escondida entre los bosques del Estado de Durango, un sitio en el qué podemos regresar en el tiempo y olvidar todo este mundo lleno de tecnología y sin sabores ciebernéticos.
Otaez es un pequeño pueblo, ubicado al Noroeste del Estado de Durango, oseapor el lado de Sinaloa pues :) aunque el km parece relativamente cerca de otros municipios como Tepehuanes y Santiago Papasquiaro, el camino no es propiamente corto y sencillo, hay que viajar por en medio de la sierra, cosa que es maravillosa aunque muy cansada.
En Otaez, hay luz eléctrica un par de horas, en las que las personas aprovechan para lavar la ropa, ver un poco de televisión, escuchar música, congelar alimentos., etc. Hay agua potable en las casas, lo que hace más llevadera la vida, pues al menos ya no hay que ir a lavar al río y a bañarse y cosas así :P Existen un par de tiendas grandes como las de las películas, en las que venden desde un hilo y aguja hasta una silla de montar y un par de botas, o bien una motosierra, cosas que uno no imaginaría ver en una tienda convencional.
No hay carnicerías, puesto que la falta de luz eléctrica constante no lo permite, en cambio algunas personas ocasionalmente sacrifican algún tipo de ganado y en un par de horas ya está todo completamente vendido.
Esto me recuerda el día que aprendí a manejar, tenía que mandar unas cajas de carne congelada a Otaez y la ruta del correo, que va a Otaez solo dos veces por semana, sale muy temprano cargada de pasajeros, mercancías, encargos y claro del CORREO. Bueno ese día hacía frío era en diciembre e ir cargando una caja de carne es complicado para una joven de 17 años, así que tomé prestada la camioneta de mi papá y entre mi hermana menor y yo la echamos a andar, así como el burro que tocó la flauta, y nos fuimos en primera velocidad hasta llegar a la camioneta del correo.
Sigo con Otaez, existen escuelas hasta nivel bachillerato, no sé si primarias hay varias, pero secundaria y preparatoria solamente una de cada una, los jóvenes asisten y para poder seguir con una carrera profesional, tienen que viajar a Santiago Papasquiaro o bien a Durango. La mayoría de las personas optan por el sueño americano y muchos de los que anhelaron ese sueño hace años, ahora regresan al sueño de Otaez, a vivir una vida tranquila, en un sitio de ensueño, en el que nacieron, dieron sus primeros pasos, anduvieron por primera vez a caballo, bailaron por primera vez y hasta se "juyeron" con alguien.
Hay mucha gente mayor y el municipio tiene un programa de alimentación y cuidado de todos los adultos mayores, no soy partidaria del asistencialismo, pero muchos ancianos viven allá solos y creo que este programa al menos les da algo de comida variada y además la oportunidad de que alguien los visite al menos dos veces al día.
No hay carnicerías, puesto que la falta de luz eléctrica constante no lo permite, en cambio algunas personas ocasionalmente sacrifican algún tipo de ganado y en un par de horas ya está todo completamente vendido.
Esto me recuerda el día que aprendí a manejar, tenía que mandar unas cajas de carne congelada a Otaez y la ruta del correo, que va a Otaez solo dos veces por semana, sale muy temprano cargada de pasajeros, mercancías, encargos y claro del CORREO. Bueno ese día hacía frío era en diciembre e ir cargando una caja de carne es complicado para una joven de 17 años, así que tomé prestada la camioneta de mi papá y entre mi hermana menor y yo la echamos a andar, así como el burro que tocó la flauta, y nos fuimos en primera velocidad hasta llegar a la camioneta del correo.
Sigo con Otaez, existen escuelas hasta nivel bachillerato, no sé si primarias hay varias, pero secundaria y preparatoria solamente una de cada una, los jóvenes asisten y para poder seguir con una carrera profesional, tienen que viajar a Santiago Papasquiaro o bien a Durango. La mayoría de las personas optan por el sueño americano y muchos de los que anhelaron ese sueño hace años, ahora regresan al sueño de Otaez, a vivir una vida tranquila, en un sitio de ensueño, en el que nacieron, dieron sus primeros pasos, anduvieron por primera vez a caballo, bailaron por primera vez y hasta se "juyeron" con alguien.
Hay mucha gente mayor y el municipio tiene un programa de alimentación y cuidado de todos los adultos mayores, no soy partidaria del asistencialismo, pero muchos ancianos viven allá solos y creo que este programa al menos les da algo de comida variada y además la oportunidad de que alguien los visite al menos dos veces al día.
La gente viste de manera sencilla, eso también nos lleva a retroceder en el tiempo, los hombres ataviados con sus sombreros y con un acento distinto al del norte, más suave, como tímido; la gente es en su mayoría blancos de ojos claros; recuerdo mucho a una de mis primas llamada Maximina "Chimina" con una cabellera larga y alborotada, su piel blanca y unos ojos verdes muy bellos, una joven sencillamente hermosa, con la mirada tímida y gentil.
Eso de los nombres es otro detalle, allá no llegaron los kevins, brayans o las britnis; aún hay nombres como Doroteo, Filemón, Benedicto, Santiaga, Tomasa. Micaela, entre otros.
Las fiestas en el pueblo, son el momento en que todas las personas se distraen y salen un poco de la monotonía, llegan los juegos mecánicos, los comerciantes de baratijas y todo mundo saca sus mejores ropas, para pasear alrededor de la plaza o bien para bailar. Aún es costumbre no despreciar a alguien que saque a bailar a las muchachas, es mal visto ir a un baile y no querer bailar. Estas fiestas también son propicias para elegir a la reina del pueblo, mujeres lindas con belleza natural y ese aire de serranas que las vuelve más llamativas.
Quisiera decirles que visiten alguna vez este lugar, la gente es amable y los trataría con gentileza, parte de mi familia y mis raices vienen de este lugar del mundo, donde el tiempo sigue detenido y en el que espero siga siendo un refugio de la vida misma...
Las fiestas en el pueblo, son el momento en que todas las personas se distraen y salen un poco de la monotonía, llegan los juegos mecánicos, los comerciantes de baratijas y todo mundo saca sus mejores ropas, para pasear alrededor de la plaza o bien para bailar. Aún es costumbre no despreciar a alguien que saque a bailar a las muchachas, es mal visto ir a un baile y no querer bailar. Estas fiestas también son propicias para elegir a la reina del pueblo, mujeres lindas con belleza natural y ese aire de serranas que las vuelve más llamativas.
Quisiera decirles que visiten alguna vez este lugar, la gente es amable y los trataría con gentileza, parte de mi familia y mis raices vienen de este lugar del mundo, donde el tiempo sigue detenido y en el que espero siga siendo un refugio de la vida misma...
Una disculpa queridos amigos, por motivos personales me ha sido complicado actualizar el blog, les envìo un enorme abrazo a todos/as.
Ross
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