Johnny Weissmüller "Tarzan" y Acapulco

Quién no conoce el famono alarido de Tarzán y los golpes que lo acompañan? aunque la mayoría de nosotros hemos visto alguna imagen y escuchado a este actor interpretando a Tarzán, muy pocos hemos visto las películas que lo llevaron a ser este personaje y reconocemos el rostro y algo de la historia de este hombre.


Johnny Weissmüller (1904), de orígen Austriaco pero nacionalizado gringo, fue un campeón olímpico, ganando cinco medallas de oro y una de bronce e impuso 67 records mundiales como nadador, además de haber ganado más de un ciento de campeonatos en los estados unidos.

Sin embargo, la vida lo llevó a ser modelo de ropa interior para hombres y de ahí fue que empezó una carrera en el mundo del espectáculo, filmando un total de 12 películas como Tarzan y 13 como Jim de la Selva.

El motivo de esta publicación es primero darles un breve contexto sobre quién fue Johnny Weissmüller y después comentarltes que el pasado 1 y 2 de noviembre celebrando el día de muertos, tuve la oportunidad de ir al Panteón Valle de la Luz en Acapulco y en mis ánimos de honrar una costumbre que me parece preciosa, aunque no soy devota religiosa. Bueno pues fuí  a llevar flores y por ahí muy cerca vi la tumba de Tarzán, que es la única que sobresale entre todas las demás, una lápida alta en conmemoración al hombre que se enamoró y escogió el puerto de Acapulco para pasar los últimos años de su vida y que sus restos descansaran eternamente en este bello Puerto.

Tarzán vivió sus últimos años en el Hotel Flamingo, dentro del cuál estaba su casa; se trata de un hotel tradicional fundado en los años 30, que está cerca de la quebrada de Acapulco, sencillo pero con la naturaleza y vista que lleva a cualquiera al éxtasis; la vista es hermosa, con un cielo azul que contrasta con el mar y el verde de la vegetación que adorna este refugio del hombre de la selva.













La mayoría de los Acapulqueños saben que en este hotel aún se conserva la vivienda de Tarzan y muchos de los visitantes nacionales y extranjeros se hospedan en este hotel por la bonita ubicación y por el romance que conlleva haber enamorado a un hombre excepcional como lo fue Johnny Weissmüller.

Su tumba, es también una visita de rigor para la mayoría de los visitantes del cementerio, este dos de noviembre estaba también adornada con flores de cempasúchil, atendiendo aquello que dice que la muerte final es cuando alguien es olvidado para siempre; Johnny Weissmüller, la leyenda de Tarzán sigue viva y probablemente así será y el olvido nos va a llevar a muchos por delante.