jueves, 28 de julio de 2016

Y se disolvió en espuma de mar...


¡Hola mis muy estimados lectores!

Ha llegado el jueves y con el mi siempre encantadora sección de lectura (siéntase libre de tomarlo como sarcasmo).
Dicho esto me dispongo a platicarles del libro que leí por culpa de Disney. Era muy pequeña yo cuando se estrenó la película de la que sería mi princesa favorita, misma que me llevo a los años a buscar el origen de la historia. ¡Vaya que Disney es un gran manipulador!

Entrados los veinte un amigo me hizo el gran favor de regalarme aquel pequeño libro que al momento comencé a devorar. Cuenta la historia de una joven princesa de un reino muy distinto al nuestro, hija de un rey sabio pero muy estricto. Ella en una de sus aventuras conoce al que sería el amor de su vida, y siendo este un imposible... Decide hacer un pacto con la bruja del pueblo para acercarse a él.

Como toda historia trágica, que no la que nos cuenta Disney, tristemente descubre que el amor no se puede forzar y que si bien el ímpetu de su corazón enamorado la llevó a renegar de su naturaleza, este mismo no puede forzar a que su amado permanezca con ella. Su juventud e inexperiencia, así como el gran amor que prodigaba por este su príncipe, la llevan a decidir entre la vida propia y la de aquel que ama.


Toda una novela trágica, ¿no creen? Espero les llame la atención y decidan leerlo. Ya saben que lo localizan en la EmBriónteca, por mi parte es todo y les agradezco, como siempre, me lean y me dediquen un amable comentario. ¡Bonita tarde!


Cortesía de Sabs 

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